A mis compañeros de camino.
-
-
Una suave brisa recorrió mi rostro,
como un fuerte aleteo de un pajaro con grandes alas,
despues la dulce brisa se fue a mi brazo y a mi mamo,
era una sensación agradable,
saberme acompañado y protegido.
Mis manos comenzaron a sentir el frio metal
y una extraña pesadez de una espada.
Me susurró varias veces al oido que era el momento y que confiara.
Antes de marcharse y levantar su vuelo
me dibujo un simbolo en mi mano izquierda en mi mano del corazón,
mi espalda se estremeció como si me hubieran dado un latigazo
y mis lagrimas caían sin control,
con una extraña mezcla entre miedo y curiosidad.
El acuerdo estaba hecho entre él y yo.
Despues alzo el vuelo con la misma suavidad con la que llego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario